PLAN DE TRABAJO PARA EL PERIODO 2013-2017

 

POR UNA FEDERACIÓN MAS FUERTE  A TRAVÉS DE

LA EXCELENCIA DE SUS SOCIEDADES NACIONALES

PLAN DE TRABAJO PARA EL PERIODO 2013-2017

DR. MARIO VILLARROEL LANDER

El mundo en que vivimos tiene cada vez mayor número de personas que requieren asistencia y protección. Millones de familias pierden sus hogares y seres queridos debido a catastróficos eventos naturales, como terremotos y tsunamis. Hay personas que se ven obligadas a huir de las guerras, y hay quienes son desplazadas por inundaciones. Hay personas y animales que mueren de hambre y de sed ha consecuencia de largas sequías. Hay quienes se ven afectadas por enfermedades como el SIDA, la malaria, la tuberculosis, por citar algunas, y no cuentan con mecanismos de protección social, ni con asistencia médica elemental. Hay quienes no tienen las condiciones mínimas que garantizan la existencia humana, como agua potable y cuidados médicos básicos.  Las mujeres, los niños, los ancianos y las personas que viven con discapacidades son siempre los más afectados.

Siendo éste el panorama, cabría preguntarse si estamos cumpliendo con nuestra visión como Federación en el planeta. El articulo 4 del texto estatutario de la Federación reflejado en la E-2020, establece que:

“La Federación Internacional tiene como propósito inspirar, estimular, facilitar y promover continuamente y bajo todas sus formas la acción  humanitaria de las Sociedades Nacionales, con miras a prevenir y aliviar el sufrimiento humano, y aportar así su contribución al mantenimiento y a la promoción de la dignidad humana y la paz en el mundo.”

Para materializar esta visión, debemos ser capaces de asistir a las comunidades que más lo necesitan tanto en tiempos de paz como de guerra; en tiempos de desastres o crisis.  Es por esta razón que necesitamos Sociedades Nacionales fuertes, que sean independientes y autosuficientes en el mundo entero.  Sociedades Nacionales respaldadas por una amplia base de voluntariado y con acceso a las poblaciones más vulnerables. Sociedades Nacionales que cuenten asimismo con relaciones influyentes a nivel gubernamental y corporativo.

Para alcanzar esta visión, necesitamos fortalecer nuestras capacidades y asegurar una  ayuda humanitaria con altos niveles de excelencia. Debemos estar preparados para responder en el tiempo oportuno en un contexto cambiante. Debemos ser capaces de asegurar el acceso al agua, a la higiene, a la salud, y todo lo que garantice el bienestar y fortalezca los medios de vida que ayudan a reducir la pobreza. Requerimos con mayores esfuerzos para ejercer una practica permanente de diplomacia humanitaria.

Para ejecutar esta visión, es imperativo que recaudemos los fondos económicos necesarios, tanto a nivel nacional como internacional, público como privado. Vale la pena preguntarse si somos, todos y cada uno de los componentes de nuestro Movimiento, dignos de la confianza de donantes?  ¿Estamos actuando de manera eficaz y eficientemente para que potenciales donantes nos confíen la gestión de sus recursos?

El mundo percibe al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja como una unidad.  Esperan de nosotros que seamos capaces de dirigir una organización mundial que pueda gestionar la asistencia humanitaria, partiendo de la ayuda a pequeñas comunidades,  al igual que la mitigación ante desastres de gran escala utilizando los recursos asignados de la manera más eficiente y transparente. Ante sus ojos, nosotros somos los expertos en dar una respuesta adecuada frente a los desastres y crisis, y nos ven como la contraparte natural de los gobiernos nacionales, y de las instituciones de la ONU.

Para que el enfoque orientado a las necesidades de los beneficiarios sea efectivo y logre garantizar el fortalecimiento de capacidades en el seno de las Sociedades Nacionales, es necesario reducir la complejidad en las operaciones y consolidar la capacidad de coordinación, evitando costos innecesarios de gestión.  Para ello, los componentes deben concentrarse en sus habilidades específicas y la Secretaría debe facilitar su coordinación.

Necesitamos  una Secretaría relevante para las Sociedades Nacionales.  Sabemos que la cooperación internacional produce excelentes resultados cuando la responsabilidad compartida es evidente, y cuando somos capaces de dividir responsabilidades del trabajo que tenemos por delante para el cumplimiento de un objetivo común.  Asimismo, la Secretaría debe hacerse cargo de la coordinación de respuesta en caso de desastres y de generar la confianza necesaria, en su calidad de intermediaria, coordinadora y facilitadora de las Sociedades Nacionales, para lograr recaudar recursos financieros que provengan de las grandes organizaciones multilaterales, y con su gestión distribuir los programas a los miembros que hayan cosechado logros en el campo de acción.

Estoy convencido de que si nosotros, las Sociedades Nacionales y la Secretaría de la Federación, trabajamos en estrecha colaboración con el CICR, podremos alcanzar nuestro mandato como Movimiento.  Ya tenemos los textos de política institucional, ahora hace falta fortalecer estándares humanitarios que permitan atender a las personas más necesitadas.

Plasmar esta visión en la realidad será mi principal objetivo en los próximos cuatro años.

Todos sabemos que no hay soluciones fáciles, y que la mayoría de los problemas no se resuelven de inmediato. Sin embargo, estoy convencido de que podemos enfrentar con liderazgo y eficacia, los retos humanitarios del futuro si trabajamos juntos. Tenemos a nuestra disposición todos los elementos para lograrlo: gozamos del conocimiento y experiencia necesaria y de los recursos humanos indispensables.

El plan de trabajo que propongo es dinámico y ambicioso, pragmático y realista, y se centra en el fortalecimiento de las habilidades y capacidades de las Sociedades Nacionales, así como en la clara función estratégica que debe desempeñar la Secretaría.

 

Objetivo Nº1

Promover Sociedades Nacionales fuertes e influyentes que continúen desarrollando sus fortalezas, y se vuelven autosuficientes en términos financieros, consolidan sus principios de transparencia, integridad, y apoyo mutuo. Con una base cada vez mayor de voluntarios jóvenes, innovadores y líderes que dan soporte  a los procesos de cambio de la  organización.

Todas las Sociedades Nacionales deben consolidar su contacto permanente con poblaciones más vulnerables, así como, acceder a sus gobiernos en su calidad de auxiliares de los poderes públicos. Es precisamente mediante el apoyo decidido de las comunidades que obtendremos la confianza de todos los sectores en cuanto a imparcialidad, neutralidad e independencia. Para garantizar esto, las Sociedades Nacionales deben tener una base de voluntariado que represente a vastos sectores de la población. Otra manera de alcanzar la confianza es elevando estándares de integridad y transparencia,  tanto en el liderazgo,  como en la acción humanitaria.

Las Sociedades Nacionales que están en pleno desarrollo de sus capacidades deben hacer esfuerzos para reducir su dependencia con respecto a los proyectos de corto plazo que realizan con la colaboración de otras sociedades hermanas y otros socios. Ellas necesitan hallar su propio camino hacia el desarrollo, y tienen que avanzar a un ritmo adecuado a su realidad mejorando progresivamente y mantener el conocimiento ganado, e ir gradualmente más allá de la colaboración ofrecida en el marco de proyectos y ampliarlos a programas de desarrollo para evitar que todos los esfuerzos se detengan al momento en que los proyectos lleguen a su fin.

La creación de nuevas formas, o fortalecimiento de las ya existentes capacidades, constituye una de las tareas más importantes que tenemos que llevar adelante. Actualmente, para mantener una capacidad de gestión sostenible, es necesario obtener ingresos corrientes destinados a las Sociedades Nacionales que en el mejor de los casos provienen de fuentes que se hallan fuera del propio país o que se obtienen de la cooperación internacional. Ahora bien, para llegar a una solución que nos permita abordar esta situación, necesitamos adoptar nuevos enfoques en el desarrollo organizativo y recurrir a la experiencia cosechada en materia de consultoría de alto nivel.

En mi calidad de Presidente, y con el apoyo de los Vicepresidentes:

Ejerceré el liderazgo para dirigir una junta gobierno que priorice las acciones que favorezcan la autosuficiencia de las Sociedades Nacionales, así como, mecanismos que faciliten la rendición de cuentas y la integridad, como la clave de lo que somos y de cómo actuamos.

Estableceré un diálogo más efectivo con las comisiones estatutarias de manera que sus recomendaciones para la junta de gobierno siempre incluyan iniciativas que vayan de la mano con el principio de sostenibilidad, tanto para la implementación de dichas recomendaciones, como para el análisis de la política de rendición de cuentas.

Aseguraré que la Secretaría cuente con indicadores de progreso específicos sobre el apoyo a la sostenibilidad e iniciativas que favorezcan la generación de servicios rentables, relevantes y sostenibles. De esta manera se promoverá el intercambio mutuo, el apoyo entre pares y un mayor compromiso con nuestros valores institucionales.

Estaré interesado en conocer cómo, cada Sociedad Nacional recibe el apoyo y asesoría de alto nivel para encarar sus retos y resolver sus problemas. Siempre brindaré mi apoyo  interactuando con sus Gobiernos, cuando así me sea requerido.

Seré visible y contundente para favorecer la acción humanitaria y garantizar el espacio y acceso que nos permita actuar a la luz de nuestros Principios Humanitarios, para ello apoyaré las acciones de diplomacia humanitaria eficaces, debidamente coordinadas con la Secretaría de la Federación, en respuesta a los desastres de mediana y gran escala. Asimismo, me aseguraré de que el papel del voluntariado sea promovido por el buen ejemplo de su acción, demostrando porqué somos la red humanitaria más grande en todo el mundo.

Objetivo Nº 2:

La Federación, junto con la Secretaría, está llamada a convertirse en una organización ejemplar en cuanto a la forma cómo responde a los desastres y a las crisis, y en cuanto a lograr mayor resiliencia en tiempos normales y posteriores a los desastres.

Convertirnos en la organización líder, dinámica y eficaz en el ámbito de la respuesta a desastres y crisis, que sirva de ejemplo a todos los sectores humanitarios, gubernamentales y corporativos y de ser la organización más eficiente en cuanto a procesos de recuperación temprana y de apoyo al desarrollo, contando con la fortaleza del  voluntariado y con el compromiso de todos.  Sólo podremos alcanzar este objetivo mediante una excelente coordinación. Por tal razón, es necesaria una revisión de la forma cómo los componentes del Movimiento trabajamos juntos con la finalidad de hacer mejoras significativas en este sentido.

Las Sociedades Nacionales están dispuestas a contribuir con los programas de ayuda humanitaria y de desarrollo en el mundo, lo cual representa un hecho positivo. Actualmente existen distintos enfoques a todo nivel: multilaterales, muchos otros bilaterales e incluso unilaterales.

Sin embargo, este hecho que pareciera ser positivo, también tiene su lado negativo, ya que se corre el riesgo de que haya múltiples enfoques, sin que medie la debida coordinación, y como consecuencia terminen abrumando con su ayuda a la Sociedad Nacional Receptora (SNR). La duplicación innecesaria de esfuerzos podría generar costos fijos elevados para muchas SNP, puesto que una cantidad considerable de estos recursos se incorporan como costos indirectos. El reto es, diseñar y coordinar un sistema que distribuya los proyectos y programas según las necesidades de las SNR, saque provecho de la experiencia y de los recursos del conjunto de la Federación y se reduzcan gastos indirectos, y con una Secretaría de la Federación que junto con la SNR facilite la coordinación.

Ahora bien, está claro que las Sociedades Nacionales Participantes (SNP) necesitan mayor visibilidad  en sus respectivos países sobre el apoyo que ofrecen, gracias a ello pueden ampliar sus capacidades de recaudar fondos. Y es cierto también que hay Sociedades Nacionales que no están expuestas a desastres, pero que necesitan seguir formando a su voluntariado y especialistas, para que en caso de ser necesario puedan prestar socorro y además mantener su posición como expertos en materia de desastres en sus países.

La recaudación de fondos en todo el mundo proviene de fuentes de diversas: nacionales, supranacionales, gubernamentales, privadas o donaciones individuales. Para asegurar que los recursos necesarios sean recaudados en apoyo a las personas necesitadas y para la creación de capacidades, es de suma importancia que cada Sociedad Nacional recaude fondos apoyada de información de calidad tanto de corte nacional como de la acción global de nuestra Federación.  Sin embargo, es importante evitar la competencia que se suscita entre Sociedades Nacionales y la Secretaría de la Federación cuando se trata de contribuciones que hacen los mayores donantes del mundo. Es indispensable desarrollar la capacidad de atraer grandes presupuestos, no sólo para los proyectos específicos, sino también, para los programas de mediano y largo plazo.

Tenemos que idear, con el consenso de las Sociedades Nacionales, un sistema de reportes que sea de fácil uso y aplicable a todos los proyectos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuyo propósito es mejorar la rendición de cuentas, posicionarnos más y mejor, y ayudarnos mutuamente a ser más eficientes. La aplicación de dicho sistema podría hacerse mediante una consulta interna de todas las Sociedades Nacionales para decidir juntos cuáles podrían ser las mejores modalidades de ejecución del nuevo mecanismo.

La Secretaria de la Federación que en todo momento debe estar al servicio de las Sociedades Nacionales, debe también, trabajar de manera efectiva con el CICR. Su reto residirá en la construcción de un modelo novedoso de desarrollo de recursos humanos, para que pueda alcanzar la sostenibilidad financiera y del conocimiento, ser capaz de  ampliarlo, así como, lograr la excelencia en las relaciones con sus socios, y mejorar el impacto de sus acciones.

En mi calidad de Presidente, y con el apoyo de los Vicepresidentes:

Elaboraré, junto con todas las partes interesadas y promoviendo la inclusión, un modelo novedoso y eficiente de colaboración entre los componentes del movimiento, orientado a los objetivos descritos anteriormente. Asimismo, invitaré al CICR a unirse a esta ​​visión de construir juntos: estoy plenamente convencido de que hay magníficas oportunidades para consolidar fuerzas y contribuir así al desarrollo de las Sociedades Nacionales ante situaciones de conflicto, disturbios civiles, así como en casos de desastres y crisis y temas de desarrollo.

Facilitaré el diálogo dentro de la junta de Gobierno con el fin de verificar que las políticas, el sistema y los procedimientos de nuestra Federación respondan al contexto en el que vivimos; nos aseguraremos de que tales políticas sean ágiles y favorezcan  la transparencia y rendición de cuentas, sin poner en riesgo la eficacia que nos permite salvar vidas y mejorar las condiciones de existencia de las personas.

Trabajaré firmemente y sin pausa en la defensa en los principios universales de nuestra Federación, utilizando nuestras capacidades desde el nivel local hacia el global; de esta manera aseguraremos una respuesta disciplinada ante los desastres, a la vez que velaré porque la Secretaria garantice procesos de monitoreo y evaluación que verifiquen como la Federación actúa en respeto de las diferencias culturales, religiosas y de género; así como, la forma como promueve la cooperación entre pares, y que la Junta de Gobierno vele porque la ayuda humanitaria se proporcione de forma imparcial, en total cumplimiento de las normas de nuestra Federación.

Fortaleceré el papel significativo que desempeñan las Comisiones Estatutarias, de manera que sus recomendaciones, deliberaciones y propuestas siempre orienten favorablemente a la Junta de Gobierno, logrando que la Federación sea una organización líder, ágil, eficiente y responsable en el ámbito de la respuesta ante desastres, así como en los programas de mediano y largo plazo.  Todo esto debe realizarse asegurándonos que las voces, tanto del voluntariado,  como de los jóvenes, sean siempre escuchada, pues ellos constituyen la esencia de nuestro Movimiento.

Me aseguraré de que nuestra Secretaría tenga herramientas ágiles, modernas y que esté tecnológicamente avanzada; así es como lograremos fortalecer su capacidad para coordinar las operaciones de respuesta internacional y asumir mayor liderazgo.

Me comprometeré a trabajar para posicionar a la Federación con las instituciones de la banca internacional, con organismos multilaterales, el sistema de las Naciones Unidas, con redes del sector corporativo y líderes empresariales, con el fin de favorecer la acción del conjunto de nuestra Federación.

Promoveré a nivel de la Junta de Gobierno, la inclusión de iniciativas que promuevan y apoyen modelos de generación de servicios rentables y sostenibles de la red de la Federación, como parte de las políticas y modelos de cooperación, así como la incorporación de recursos que contribuyan al fortalecimiento de los sistemas, procesos y procedimientos de las Sociedades Nacionales.

Trabajaré activamente con el Secretario General de manera que la Federación sea un ejemplo de eficiencia para con sus Sociedades Nacionales, y que mantenga un diálogo abierto que ayude a identificar los retos comunes, y las oportunidades que nos permitan actuar de forma coherente con el Movimiento, aumentando así las sinergias y creando conductas armoniosas.

Promoveré un diálogo permanente con la Junta Gobierno para que desempeñe un papel más eficaz, inspirador y visionario, que a su vez rinda cuentas de sus acciones como representantes de todas las Sociedades Nacionales, y que su rol no individualice intereses específicos y que sea un cuerpo vigilante, orientador, reflexivo de las actividades de la Secretaria y los retos que ella tiene para que esta sea mas eficaz y eficiente. Fortalecer el rol de la Junta de Gobierno y el papel de la Secretaria, servirá para funcionar mejor.

Mi compromiso será velar porque la Junta de Gobierno y la Secretaria fortalezcan sus relaciones con el CICR y en un plano de igualdad, armonía y respeto mutuo de las actividades que a cada uno de ellos corresponde, podamos proyectar un Movimiento cada vez fuerte.

Me preocuparé de que la Secretaria desarrolle mecanismos y herramientas que favorezcan una comunicación eficiente, eficaz y tecnológicamente rentable, de tal manera que se fortalezca su mandato como coordinadora de la membresía.

Promoveré una Secretaría ágil, dinámica y moderna, cercana a las Sociedades Nacionales y a sus necesidades, que las acompañe de manera efectiva en sus procesos de desarrollo, para que sean instituciones eficientes, inclusivas y altamente competitivas.

Objetivo Nº 3: 

La Federación está llamada a convertirse en  una organización inspiradora, que promueve valores atendiendo a las necesidades de los más vulnerables, que es aceptada y reconocida por los Gobiernos, las Naciones Unidas,  los sectores  académicos, científicos y financieros en todo el mundo, y es reconocida por sus acciones de diplomacia humanitaria.

Debemos fortalecer aún más nuestra Federación, para que sea significativamente más reconocida y admirada por su labor humanitaria, por la calidad de su trabajo, sus valores institucionales y los principios humanitarios que inspira. Debe ser reconocida en todos los ámbitos: local, nacional y global; y debe destacarse por la acción visible del voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y por su capacidad de ser una organización dinámica e innovadora, incluyente e influyente donde los jóvenes cuenten con  el espacio necesario para llegar a ser mejores líderes.

 En mi calidad de Presidente, y con el apoyo de los Vicepresidentes:

 Me comprometo a hacer que nuestra Federación, su voluntariado y sus funcionarios sean más visibles en el mundo entero, en el sistema de las Naciones Unidas y en los ámbitos corporativos, académicos y financieros. Vamos a lograr todo ello mostrando el impacto global y local en las acciones que realicemos en beneficio de las poblaciones más vulnerable y lo vamos a hacer inspirando al mundo con satisfacción de nuestro trabajo cumplido.

Insistiré en mantener un diálogo continuo y profundo, de manera que la Junta de Gobierno se centre más en la calidad y en la aplicación de las políticas y procedimientos ya existentes, a la luz de los retos humanitarios actuales y futuros. Así es como aseguraremos que nuestras acciones sean un ejemplo para todos.

Promoveré el diálogo que nos lleve a ser una Federación centrada en mejorar en todo momento los estándares de calidad utilizando escenarios válidos basados en el aprendizaje de practicas que permitan la mejora constante de lo que la Federación ES y lo que DEBERÍA SER .

Trabajaré incansablemente para que la Federación tenga una mejor capacidad para comunicar y posicionar nuestra labor humanitaria; En el mundo actual debemos ser capaces de hacer visible el trabajo realizado por las Sociedades Nacionales y su voluntariado en todo momento, y hacerlo de manera más profesional y estratégica y con el apoyo de todos. Ello nos permitirá encarar los desafíos de la labor humanitaria y aliviar el sufrimiento de las personas que viven en condiciones vulnerabilidad en todo momento.

Comentarios finales

Soy un hombre de palabra convencido del aporte que brinda nuestra Federación Internacional a la humanidad a través de nuestro voluntariado y profesionales en todo el planeta, quienes desempeñan con gran mística y vocación de servicio sus funciones para el cumplimiento del mandato humanitario que enfrentamos.

He demostrado mi compromiso con el voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y los funcionarios de las 187 Sociedades Nacionales, así como, con la Secretaría de la Federación a lo largo de más de 40 años de mi carrera humanitaria. Compromiso que seguirá presente gracias a mi sincero y estricto apego a los Principios Fundamentales  de nuestro Movimiento, al conocimiento y experiencia adquirida después de tantos años puestos al servido de la institución que amo y respeto.